viernes, 25 de noviembre de 2011

Comentario Crítico


En este comentario crítico se analizará la idea de la decoración en edificios mediante la comparación de dos famosos textos: “Ornamento y Delito” escrita por Loos y “Tinglado Decorado” escrita por Venturi.
En el primero, se critica duramente la idea del ornamento argumentándolo con una triple razón ética, estética y económica. El segundo texto se desarrolla mediante la comparación de dos edificios: Guild House y Crawford Manor,  los cuales son muy diferentes entre sí.
Personalmente creo que el ornamento es algo superfluo, algo de lo que podemos prescindir un poco. Aunque en la sociedad actual esta idea está bastante anclada, pues ya que sólo hay que observarnos a nosotros mismos y nuestro alrededor. Numerosas son las personas que se tatúan algo o la cantidad de complementos que utilizamos día a día. Como dice Loos en su texto: “No puedo admitir la objeción de que el ornamento aumenta la alegría de vivir de un hombre culto”. En cierta manera sin decoramos todo demasiado es posible que no avancemos en cuanto a innovaciones se refiere, o incluso que lleguemos a una contradicción, como dice Venturi: “El ornamento de la Guild House es explicito. Refuerza y contradice la forma del edificio que adorna… divide el edificio en tres plantas desiguales: basamento, planta principal y ático. Esto contradice la escala de las seis plantas reales e iguales”.
Estoy de acuerdo con Loos cuando explica que el ornamento produce un gran daño al pueblo productor, ya que el ornamento no es un producto, es decir, el trabajo de un ornamentista no se paga como se debe.  Si pensamos de forma práctica en relación trabajo-economía nos damos cuenta de la idea que ya en el siglo XIX defendía Loos, si existe una demanda de objetos no ornamentados el número de horas que un artesano dedica a su trabajo disminuiría aunque a cambio no cobraría el mismo dinero por el producto final: “El cambio del ornamento trae como consecuencia una pronta desvaloración del producto del trabajo”. Esta visión económica no se recoge en el texto de Venturi ya que se centra en analizar y señalar las diferencias entre los dos edificios dichos anteriormente.
 Por otra parte no estoy de acuerdo con Loos cuando dice que los rezagados, refiriéndose a los que les gusta el ornamento, retrasan la evolución de la sociedad. Cada persona tiene unos gustos propios y no por ello tienen que “retrasar” la evolución de la sociedad, aunque lo que Loos expone es que si se sigue promoviendo el ornamento no se avanzará mucho en lo que a diseño se refiere. Pero si miramos ese caso desde otro punto de vista podemos llegar a la conclusión que si


se elimina el ornamento de la arquitectura, por ejemplo, tampoco se adelantará mucho en evolución de diseño, pues nunca se llegará más allá de lo que ya se llegó.
¿Es cierto que el asunto del ornamento sólo es una cuestión del siglo XIX? Creo que ese tema sigue en la arquitectura actual aunque quizás no se critica tan duramente como lo hizo Loos en cambio, Venturi toma el ornamento como parte del edificio, forma parte  de la descripción del mismo, esta idea la podemos ver reflejada en su texto:  “Al contrario que los elementos puramente ornamentales de este edificio, refleja una función interior del tinglado, la de las actividades comunes de la última planta … al igual que Crawford Manor y las manifestaciones más ortodoxas de la arquitectura moderna, que rechazan el ornamento y la asociación en la percepción de las formas.”
En resumen, me parece más práctica y económica la desaparición del ornamento como pensaba Loos aunque hay ciertos matices en los que no comparto opinión, ya que no creo que la humanidad esté esclavizada por el ornamento. Me parece que a lo largo de la Historia se le ha dado demasiada importancia a este asunto llegando incluso a minimizar el  valor  de las formas pues se decora todo demasiado. Aunque por otra parte podríamos  quitarle la importancia a todas las cosas llegando incluso a la indiferencia puesto que no nos importa la decoración se podría dar el caso de no poner interés en lo que hacemos y el resultado práctico y estético no sería el mismo.  Bajo mi punto de vista Loos define muy bien la idea de “ornamento” aunque quizás un poco exagerado.










Carmen Mª Huerto Blanco, Grupo: 11     

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